Aunque en ocasiones pueda resultar tedioso, el estudio de la gramática es un aspecto esencial en el proceso de aprendizaje de una lengua. Tradicionalmente, estas reglas lingüísticas que nos permiten comunicarnos se han enseñado de una manera deductiva, donde en primer lugar se presentan reglas gramaticales y posteriormente se practica su aplicación con ejercicios generalmente repetitivos que no fomentan el desarrollo de la competencia comunicativa. Este enfoque suele traducirse en una desmotivación del alumnado y en dificultad para aplicar lo aprendido fuera del aula en una situación de comunicación real.
Ante esta situación, encontramos la enseñanza inductiva de la gramática como una forma más efectiva y atractiva de aprender el idioma. Este nuevo abordaje de la gramática implicaría realizar el proceso a la inversa, de manera que en vez de presentarle las reglas al alumno y después hacer ejercicios, sería el alumno el que tendría que descubrir las reglas gramaticales a partir de su utilización en un contexto real.
Uno de los autores actuales que defiende el uso de la enseñanza de la gramática de forma inductiva es el destacado teórico y escritor Scott Thornbury. En su libro «Teaching Grammar in Context» (Enseñanza de la gramática en contexto), Thornbury argumenta que la enseñanza de la gramática debería centrarse en el uso del lenguaje en contextos auténticos y significativos. Según él, la enseñanza inductiva de la gramática a través de la observación y el descubrimiento de patrones gramaticales es más efectiva que la enseñanza deductiva.
Para finalizar nos gustaría destacar que la enseñanza inductiva de la gramática a través de juegos también es una forma excelente de fomentar la colaboración y la interacción entre los estudiantes. Al trabajar juntos para resolver los juegos, los estudiantes se ayudan mutuamente a entender mejor la gramática y a mejorar su comprensión del idioma.
Esperamos que estas ideas y técnicas para la enseñanza de la gramática española os ayuden a hacerla más accesible y divertida para los estudiantes, y ante todo, recordemos que sin motivación no puede haber aprendizaje. 😀
Ana Luna Clemente Sepúlveda- Prácticas ELE- Proyecto Español.